Cuando se habla de un almacén, lo primero que se nos viene a la mente es un gran espacio en donde se guardan múltiples productos, de manera organizada y con el propósito de venderlos en un futuro inmediato.
Sin embargo, esta infraestructura más que un mero concepto, significa algo que va más allá, puesto que en la actualidad y por la demanda tecnológica en la que vivimos, resalta la importancia del término: almacenes inteligentes.
¿Qué es un almacén inteligente?
Los almacenes inteligentes van más allá de los convencionales que todos conocemos, son el futuro hoy en día. Las empresas se han adaptado a los nuevos tiempos para convertirlos en puntos de distribución, sin que se pierda el perfil del sistema de almacenamiento que los caracteriza, como lo son:
- Almacenamiento de materias primas y sus derivados
- Almacenamientos de accesorios y acabados
- Almacenamiento de productos terminados y mercaderías
- Almacenamientos de productos intermedios y semiterminados
- Almacenamiento de refacciones y repuestos
Almacenes inteligentes en la industria de hoy
La ventaja de los almacenes inteligentes, es que se logra conseguir una accesibilidad total a los productos, debido al elevado aprovechamiento del volumen del almacenamiento y optimización de superficies y recorridos.
Otra de las ventajas es que se utilizan en empresas que presentan una homogeneidad dimensional de las mercancías, y que presenta imposibilidad de disponer de una superficie de almacenaje mayor.
Tipos de almacenes inteligentes
Almacén automatizado: son estructuras, generalmente de gran altura, donde los elementos de almacenamiento y los elementos de manutención van integrados y controlados por un sistema informático.
Según el tamaño de la carga podemos distinguir dos tipos de almacenes:
- Estanterías modulares: Si la carga es grande, se denominan ASRS, entendiendo en este caso cargas superiores a un palé. Este tipo de almacenes suele superar los 35 metros de altura, y suelen estar formados por estructuras autoportantes, que soportan todas las cargas de la estructura del edificio.
- Mini loader: Por otra parte, si se utilizan para unidades pequeñas, se denominan “Mini-Load”. Al utilizarse volúmenes de carga más pequeños que en el caso de los ASRS. La altura de estos almacenes no suele superar los 12 metros de altura.
Transelevadores: Cuando le se da la orden al sistema informático de que se ubique o retire un material, este lo hace mediante el transelevador.
Las ventajas que presentan este tipo de almacenes estriban en el óptimo aprovechamiento del suelo disponible, del control absoluto del stock y de la reducción en operarios directos dedicados al almacenaje y la manutención.
Transporte de carga: es el movimiento de carga en todas sus formas conocidas: aérea, marítima y terrestre, mediante las cuales se trasladan insumos, materias primas y productos terminados de un punto a otro según una planificación de la demanda.
Tecnología en logística
Este último tiempo, se han realizado algunos experimentos de distribución utilizando drones. Sin embargo, estos todavía están infinitamente lejos de la flexibilidad que tienen los camiones en llegar al cliente final, básicamente por el peso y volumen de carga.
En muchos países se toma a los transportistas como “un mal necesario” y no como “socio estratégico”. Lo cierto es que parece ser un error, pues cuando el mundo digital impone tiempos de despacho casi inmediatos, el transporte se vuelve cada vez más importante. Sobre todo, en el despacho de productos terminados a clientes finales.
Logística de distribución: La mejor solución en cuanto a costos y beneficios es que las empresas generen alianzas y hagan de los transportistas “socios estratégicos”. Lo cual es relevante, porque va de la mano de asumir que el transporte es estratégico.
Si tienes alguna duda o te gustaría conocer más sobre nuestros servicios, no dudes en llamarnos y con gusto podremos asesorarte ¡Solicita una cotización!
vía gruasyparejos
0