¿El éxito del e-commerce aumentará la demanda de espacios logísticos en México? En la actualidad, el e-commerce, se ha convertido en una poderosa herramienta para el crecimiento empresarial y una estrategia indispensable para la supervivencia y la competitividad en un mundo cada vez más digitalizado.
El comercio electrónico despegó a partir de la pandemia, por lo que ahora la demanda de espacios de logística es mayor a la que se tenía antes de la crisis sanitaria. Es innegable que el e-commerce se ha convertido en un componente crucial para el sector minorista.
La compra y venta de productos en línea fue una práctica que se volvió parte de la vida cotidiana, lo que aumentó la necesidad de puntos logísticos, de almacenamiento y distribución.
La Asociación Mexicana de Venta Online, estima que el valor del mercado digital fue de 528,000 millones de pesos mexicanos al cierre del 2022; con base en las estimaciones de Nuvei y se espera que este sector prácticamente duplique su valor en los próximos tres años.
El crecimiento esperado en el sector impactará en la necesidad de nuevas naves industriales y bodegas, tanto dentro como fuera de las ciudades.
Las empresas con presencia digital han sabido usar estos espacios, aprovechando que están ubicados en zonas estratégicas, cerca de las ciudades y áreas industriales. Si el ritmo de crecimiento de estos parques continúa, esto se traduce a mayores herramientas de entrega, almacenamiento y logística inversa.
Para el 2025, se espera que al menos se dupliquen los espacios destinados a la logística en materia de comercio digital, según un reporte realizado por el grupo financiero Monex.
¿En qué tipo de espacios debe estar el comercio electrónico?
Los espacios industriales que requieren las empresas de comercio en línea son muy distintos a los de manufactura, por la naturaleza de sus operaciones.
Las naves con mayor demanda son aquellas dentro de los parques son los almacenes centrales con dimensiones superiores a los 2,000 metros cuadrados, ubicados a las afueras de las urbes como Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara o Nuevo León.
Ya que estos son los puntos de conexión entre los almacenes centrales y las instalaciones de los proveedores, suelen estar ubicados a la orilla de ciudades como San Luis Potosí, Querétaro, Puebla o León.
En el último par de años, hay un crecimiento particular de espacios destinados a servicios de última milla, pues son los puntos donde se separan los pedidos de acuerdo a la zona de reparto, además de servir como espacios de devoluciones.
Una ubicación estratégica, cercana a vialidades e infraestructura, juega un papel crucial para las empresas al momento de elegir sus puntos de distribución, ya que esta puede mejorar los procesos de logística.
Los costos de devolución o entrega de paquetes son más baratos y rápidos, ya que los puntos de acceso de los distribuidores están ubicados cerca de puertos marítimos, aéreos, carreteras o vías férreas, que facilitan la transportación de los productos.
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