En este blog, hablaremos acerca de los sistemas de carrusel para la logística de almacenamiento y sus beneficios.
¿Qué es un sistema de carruseles?
Un sistema de carruseles es un conjunto de estanterías que se organizan de manera vertical u horizontal, en las cuales se almacena y se desplaza la mercancía utilizando un motor y un software especializado.
Estos carruseles operan bajo la estrategia de «producto al operario», lo que significa que, cuando el operario solicita una carga mediante un sistema informático, el software de gestión de almacenes (SGA) activa el carrusel para entregarle el producto solicitado. Además, el sistema realiza un control exacto del inventario, permitiendo acceder a la información en cualquier momento.
La disposición de los carruseles, ya sea vertical u horizontal, se adapta a las necesidades específicas del cliente y a las dimensiones del espacio de almacenamiento. Este sistema es una alternativa efectiva para empresas que buscan automatizar sus almacenes, especialmente cuando la instalación de transelevadores no es viable.
Beneficios de tener un sistema de carrusel
El incremento en el rendimiento de los procesos de almacenaje, distribución y traslado de mercancías genera beneficios significativos. Sin embargo, el almacén automático horizontal ofrece ventajas adicionales en otros aspectos.
En primer lugar, el espacio se optimiza al máximo, ya que los pasillos pueden reducirse entre un 20 y un 40 por ciento. Además, los operarios pueden acceder a la mercancía de forma ágil, segura y rápida, eliminando la necesidad de desplazamientos innecesarios.
El control del inventario se realiza de manera automatizada, lo que disminuye tanto las pérdidas como los tiempos asociados a la localización de artículos. Por último, el almacén se mantiene completamente cerrado, excepto por la pequeña área destinada al operario, lo que contribuye a preservar las condiciones de almacenamiento y la seguridad de la mercancía.
La gestión del inventario se vuelve más precisa gracias al control informatizado, lo que minimiza las pérdidas y asegura que los artículos estén siempre localizados. Esta precisión es esencial para un sistema logístico flexible, que debe adaptarse rápidamente a las fluctuaciones en la demanda o a cambios en las operaciones.
Por otro lado, mantener el almacén cerrado, excepto en la zona específica de acceso para el operario, protege la mercancía y garantiza que se mantengan las condiciones óptimas de almacenamiento, lo que reduce el riesgo de daños o pérdidas y preserva la calidad del producto.
En conjunto, estas mejoras permiten que un negocio con sistemas logísticos flexibles opere de manera más eficiente, maximizando el uso del espacio, acelerando las operaciones y gestionando el inventario con mayor exactitud. Todo esto contribuye a una mejor capacidad de respuesta ante las demandas del mercado y a una reducción en los costos operativos.
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