Todo tipo de maquinaria puede sufrir desgastes o fallas por exceso de trabajo, antigüedad, o el uso inapropiado del equipo. Computadoras, electrónicos, automóviles, hidráulicos, etcétera. Las herramientas usadas en empaque tampoco son la excepción.
Quizá pienses que no sucederá pronto, que una inspección reciente descartó esos contratiempos. Ojalá sea cierto, pero en Logística Dinámica sabemos que toda acción requiere un proceso periódico para funcionar a la perfección.
Hoy queremos compartirte los elementos esenciales para establecer una planeación del mantenimiento de tu maquinaria de empaque.
Mantenimiento preventivo
Bien lo dice su nombre: esta tarea busca prever las fallas más posibles o comunes. Evalúan funcionamiento, seguridad, ajustes y reparaciones, limpieza (lubricación, calibración, etcétera). La meta es minimizar los contratiempos inesperados, garantizando afectaciones mínimas (o nulas) en la cadena de producción.
La periodicidad de las inspecciones dependerá de la clase de maquinaria o sistema que manejes. Pregúntate cuántas horas funciona, las condiciones que sufre diariamente (de manejo y de clima), los materiales que la componen y la función que realiza. Todo eso te permitirá programar las fechas y tiempos ideales para revisarlas.
¿Cómo planearlo?
Si tienes una máquina de empaque que sólo funciona al 80 % de su capacidad, estás desaprovechando su potencial, perdiendo tiempo valioso y capital para el negocio. Mejor instaura tu mantenimiento preventivo, empezando con las siguientes etapas básicas:
- Inventario técnico. Con manuales, planos y características de los equipos: cada herramienta debe contar con un archivo de documentos relacionados con esta, desde los manuales hasta las garantías y facturas. Ello establece no sólo buenas prácticas dentro de la organización, sino que evita inconvenientes que pueden ampliar los tiempos de los procesos y hasta dañar la máquina a la cual se pretende realizar el mantenimiento.
- Procesos técnicos. Listados de trabajos por efectuar y efectuados periódicamente: cada uno de los sistemas debe contar con su ‘historia clínica’, que muestre por qué procesos ha pasado y por cuáles debe pasar en un periodo de tiempo determinado. Esto ayudará en un eventual cambio de técnico o proveedor del servicio de mantenimiento.
- Control de frecuencias. Indicación exacta de la fecha en que se efectuará el trabajo: después de cierto tiempo se logran establecer los periodos y la regularidad del mantenimiento preventivo. Estas fechas deben cumplirse con rigurosidad para evitar dolores de cabeza futuros.
- Registro de reparaciones. Repuestos y costos que ayuden a planificar: en el historial de cada máquina es recomendable que aparezcan los costos específicos de su mantenimiento y recomendaciones sobre piezas susceptibles de desgaste o daño, a fin de contar con un stock mínimo de dichas partes para la rápida solución de imprevistos.
¿Vale la pena?
A veces no se les da el mismo valor a los mecanismos de empaquetado, que a otra maquinaria en la cadena de producción. Pero son tan importantes como cualquier otro equipo. Recuerda, están en la última fase del proceso.
¿Qué tal si, en el peor de los casos, dañan la apariencia de tus artículos? El empaque final es un canal de comunicación entre los fabricantes y el consumidor. Una maquinaria de empaque bien cuidada expresa calidad, eficiencia, valor y buen servicio. Pero también hay otros beneficios:
- Incrementan la confianza. Al operar con mejores condiciones, los empleados se sentirán más seguros de operar la maquinaria.
- Reducen los tiempos muertos. Conocerás los intervalos de inicio u apagado, pudiendo prevenir errores y fallas.
- Aumentan su durabilidad. Las revisiones y reparaciones necesarias, en el tiempo indicado, sólo incrementan la vida de la maquinaria, mejorando la producción y ahorrando costos.
- Regulan el trabajo. Una programación adecuada le permite al personal de mantenimiento darle la misma atención y calidad a todo el equipo de la cadena, sin pasar todo su tiempo en un equipo que falla constantemente.
- Reducen el costo de las reparaciones. Conoces las fallas, los repuestos necesarios, si debes cambiar poco o mucho.
Conservar los equipos de empaque en las condiciones óptimas garantizará su desempeño, evitará dolores de cabeza y generará capital para el negocio. Si la mantienes y usas correctamente, esa maquinaria reducirá daños, contratiempos, cuellos de botella en la producción y pérdidas de tiempo y dinero.
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